Ayocote Arcoíris, El Frijol Más Antiguo del Mundo es Mexicano

January 11, 2025, Agricultura

En las laderas del imponente volcán Popocatépetl, en el municipio de Atlixco, Puebla, se cultiva un tesoro agrícola ancestral que lleva siglos resistiendo el paso del tiempo: el ayocote arcoíris. Este frijol nativo de México, también conocido como frijol de ayocote, es uno de los cultivos más antiguos del mundo, domesticado hace más de 7,000 años. Aunque hoy en día es una leguminosa rara y casi olvidada, el ayocote arcoíris está viviendo una especie de renacimiento gracias a personas como Edgar Silvestre y su familia, quienes, con esfuerzo y dedicación, mantienen viva esta tradición agrícola en su comunidad.

El cultivo del ayocote arcoíris es parte de una práctica ancestral que no solo ha sobrevivido por generaciones, sino que se ha convertido en un símbolo de la riqueza agrícola y cultural de México. En San Pedro Benito Juárez, una pequeña comunidad en Atlixco, este frijol se cultiva de manera artesanal, con técnicas transmitidas por los ancestros de la región. A pesar de la escasa producción y la escasa demanda en el mercado moderno, el ayocote arcoíris ha logrado recuperar relevancia gracias a proyectos como el de “La Comandanta”, una iniciativa que promueve la comercialización de este producto autóctono en mercados locales e internacionales.

El ayocote arcoíris es una leguminosa que destaca por su tamaño y sus colores vibrantes, que varían en tonalidades que van desde el rojo hasta el morado, pasando por tonalidades de blanco y amarillo. Su aspecto no es lo único que lo hace único, ya que su sabor y textura también lo distinguen de otras variedades de frijol. Es un alimento que, por su naturaleza ancestral, contiene una riqueza nutricional invaluable, siendo una excelente fuente de proteínas, fibra y minerales esenciales para la salud humana.

El rescate de este cultivo es especialmente relevante en un contexto donde muchas variedades tradicionales de frijoles mexicanos han sido desplazadas por cultivos más comerciales o de rápido rendimiento. La revalorización del ayocote arcoíris no solo es una forma de preservar la biodiversidad agrícola de México, sino también una manera de reconocer la importancia de mantener vivas las costumbres y prácticas agrícolas tradicionales que, a pesar de los avances tecnológicos, siguen siendo cruciales para la conservación del medio ambiente y la seguridad alimentaria.

Hoy, el ayocote arcoíris está experimentando un renacimiento que va más allá del cultivo. En mercados locales, tanto en Puebla como en otras regiones de México, los consumidores están empezando a redescubrir sus beneficios. Esta revalorización es importante no solo para los productores, sino también para el público, que está tomando conciencia de la importancia de consumir productos autóctonos y apoyar a los pequeños productores rurales.

Por lo tanto, este frijol no solo es un símbolo de la historia agrícola de México, sino también una pieza clave para el futuro de la alimentación sostenible. A través del esfuerzo de personas como Edgar Silvestre, el ayocote arcoíris sigue siendo un legado vivo que conecta a las generaciones actuales con sus raíces, mientras al mismo tiempo ofrece una mirada hacia un futuro más consciente y respetuoso con la biodiversidad y las tradiciones.

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