El auge de las plagas y su impacto en la agricultura mexicana
En México, uno de los mayores retos para la agricultura es el constante brote de plagas que afectan cultivos clave como el maíz, el chile y el aguacate. Con el cambio climático, las condiciones para la proliferación de estos organismos se han vuelto aún más favorables, lo que agrava el problema. Además de las pérdidas económicas directas que las plagas causan, estos brotes también afectan el equilibrio ecológico, destruyen la calidad de los suelos y reducen la biodiversidad, afectando a las comunidades rurales que dependen de la agricultura como su principal fuente de ingresos.
Para combatir esta creciente amenaza, es importante implementar técnicas de manejo integrado de plagas (MIP), que incluyen prácticas como la rotación de cultivos, el uso de organismos biológicos que controlen a las plagas y el monitoreo constante de los cultivos. Aunque estos enfoques son más sostenibles, el desafío sigue siendo la falta de recursos y capacitación para los pequeños productores. Es crucial que las políticas públicas favorezcan el acceso a nuevas tecnologías y proporcionen formación a los agricultores para que puedan enfrentar estos desafíos de manera más eficiente y respetuosa con el medio ambiente.
Opinión basada en la importancia de un manejo sostenible de plagas en la agricultura mexicana por Iván Báez Martínez