Maíz en Zonas Áridas: Un Juego de Fechas y Densidad para Maximizar la Producción

December 12, 2024, Agricultura Noticias

En un mundo donde la escasez de agua es una realidad cada vez más palpable, la producción de alimentos se enfrenta a nuevos desafíos. En Argentina, los investigadores del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) están trabajando para optimizar las estrategias de siembra de maíz en regiones semiáridas, donde el agua es un recurso limitado.

El estudio, realizado en la provincia de San Luis, se centró en analizar cómo la fecha y densidad de siembra afectan el uso del agua y el rendimiento del maíz. Los resultados arrojaron conclusiones interesantes:

Retrasar la siembra, una estrategia inteligente:

Maximiliano Riglos, investigador del INTA San Luis, explica que retrasar la siembra permite acumular más humedad en el suelo, reduciendo la demanda hídrica durante el período crítico del maíz. Además, las siembras tardías suelen tener lugar en febrero, un mes con condiciones ambientales más favorables que enero, el mes de siembra temprana. Esto se traduce en una mayor eficiencia en el uso del agua.

La densidad, un factor crucial:

Nicolás Rusoci, investigador del INTA Pergamino, destaca que la reducción de la densidad de siembra permite que cada planta acceda a más recursos, incluido el agua. Sin embargo, reducir demasiado la densidad puede afectar la eficiencia hídrica y comprometer el rendimiento. El equilibrio entre eficiencia y producción es crucial en estos ambientes.

Resultados del estudio:

El estudio demostró que la evapotranspiración del cultivo varió significativamente con la fecha de siembra, siendo mayor en las siembras tempranas. En cuanto al rendimiento, tanto la fecha como la densidad influyeron positivamente: el aumento de la densidad mejoró el rendimiento, y las siembras tardías superaron a las tempranas en este aspecto.

Recomendaciones para el futuro:

Los investigadores del INTA recomiendan conocer bien las características del lote antes de definir la densidad de siembra. En ambientes con alta disponibilidad hídrica y nutricional, se recomienda aumentar la densidad, mientras que en situaciones de menor disponibilidad de recursos, es mejor no elevarla demasiado.

En zonas con heladas extendidas y lluvias concentradas, las siembras tardías son generalmente más adecuadas. Sin embargo, en años muy húmedos o con acceso a riego, la fecha de siembra podría adelantarse para aspirar a un mayor rendimiento, siempre y cuando se tenga en cuenta el riesgo de heladas tardías.

Conclusión:

Este estudio del INTA demuestra que la fecha y densidad de siembra son factores clave para optimizar la producción de maíz en regiones semiáridas. Al ajustar estas variables, los productores pueden mejorar la eficiencia en el uso del agua y aumentar el rendimiento, contribuyendo a la sostenibilidad de la producción agrícola en zonas con escasez hídrica.

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