Cómo preparar abono fermentado casero para mejorar tu milpa
May 16, 2025, Agricultura Noticias

Cuando no hay dinero para fertilizante, el campo se alimenta con lo que tiene
Muchos productores se enfrentan a un problema cada año: los fertilizantes están caros, los precios suben, y si no se abona, la milpa no da. Pero no todo depende del agroquímico. Con un poco de conocimiento y materiales que ya están en el rancho, se puede preparar abono fermentado casero. Es barato, útil y mejora el suelo sin contaminarlo. Aquí te decimos cómo hacerlo paso a paso.
¿Qué es un abono fermentado?
Es una mezcla de ingredientes orgánicos que pasan por un proceso de fermentación. Al fermentar, liberan nutrientes que las plantas pueden absorber fácilmente. Se aplica directamente al suelo o diluido en agua como riego. Aporta nitrógeno, potasio, fósforo, y sobre todo, vida microbiana que mejora el terreno.
¿Para qué sirve en la milpa?
- Fortalece el crecimiento de la planta.
- Mejora la estructura del suelo.
- Reduce el uso de fertilizantes comerciales.
- Estimula las defensas naturales del cultivo.
- Puede usarse varias veces por ciclo sin dañar la tierra.
Materiales que se necesitan (todo se consigue en el rancho)
- 1 balde o tambito de 20 litros con tapa.
- 5 kg de estiércol fresco de vaca o gallina.
- 1 kg de ceniza de leña.
- 1 kg de melaza (o piloncillo disuelto en agua caliente).
- 3 litros de suero de leche o yogurt natural.
- Hojas verdes picadas (chaya, quelite, alfalfa o lo que haya).
- Agua limpia sin cloro (de lluvia o pozo).
Paso a paso para prepararlo
1. Mezcla los ingredientes secos
En el fondo del balde, coloca el estiércol fresco y la ceniza. Mézclalos bien hasta que no haya grumos.
2. Agrega los verdes
Las hojas aportan nitrógeno. Pícalas y revuélvelas con la mezcla anterior.
3. Añade melaza y suero
La melaza sirve como alimento para los microorganismos que harán la fermentación. Si no hay melaza, puedes hervir piloncillo y usar ese jarabe. El suero o yogurt añade bacterias buenas.
4. Agrega agua
Llena el balde con agua hasta cubrir todo, pero deja espacio arriba para que respire. Revuelve bien con un palo de madera.
5. Tapa y deja fermentar
Tapa el recipiente, pero no lo selles completamente. Déjalo en sombra por 7 a 10 días. Revuelve una vez al día. Olerá fuerte, pero no debe apestar. Si huele a podrido, algo salió mal (falta de aire o exceso de agua).
¿Cómo se aplica en la milpa?
✔ Al suelo:
Diluye 1 litro del abono fermentado en 10 litros de agua y riega alrededor de las plantas, sin tocar el tallo directamente.
✔ Al follaje:
Usa la misma mezcla diluida y rocíala con mochila aspersora por las hojas, en la tarde o muy temprano, para que no se queme.
✔ En semilla o trasplante:
Remoja las semillas o raíces en la mezcla por unas horas antes de sembrar para darles fuerza desde el inicio.
¿Cuántas veces se puede usar?
Una vez cada 15 días es suficiente. No es como el fertilizante químico que puede quemar o contaminar. Este abono se va integrando al suelo poco a poco y ayuda a largo plazo.
Ventajas frente al fertilizante de marca
- No contamina ni mata lombrices ni hongos buenos.
- Mejora la tierra con el tiempo.
- Se puede hacer con materiales del rancho.
- Es más barato: solo se gasta en tiempo y trabajo.
- Reduce la dependencia de agroindustrias.
Precauciones que sí debes tener
- Usa recipientes limpios y sin químicos.
- No uses estiércol seco: debe estar fresco para fermentar.
- No dejes la mezcla al sol directo.
- No guardes por más de 20 días: se echa a perder.
Alimentar el suelo es alimentar a quien lo trabaja
Muchos creen que sin fertilizante comercial no se puede sembrar. Pero los abuelos ya hacían su propio abono, y la milpa daba lo que tenía que dar. Lo importante es volver a mirar al suelo no como tierra muerta, sino como un organismo vivo que necesita comida real, no polvo de bolsa. Con abono fermentado, la tierra se fortalece, la planta responde y el productor ahorra. Y eso, en estos tiempos, vale más que un costal caro.
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