Garrapatas resistentes: el nuevo reto silencioso en el ganado mexicano

Garrapatas resistentes: el nuevo reto silencioso en el ganado mexicano

Las garrapatas siempre han sido un problema en el campo mexicano. Pero hoy, el problema ya no es solo su presencia, sino su resistencia. En ranchos de todo el país, ganaderos reportan que los productos que antes funcionaban ya no hacen efecto. Las infestaciones son más fuertes, más constantes y más difíciles de erradicar. El enemigo se adaptó. Y el ganado lo está pagando con anemia, pérdida de peso, enfermedades y, en algunos casos, muerte.

¿Qué está pasando con las garrapatas?

La garrapata más común en México es la Rhipicephalus microplus, también conocida como garrapata del ganado bovino. Este parásito se alimenta de la sangre del animal y puede transmitir enfermedades como la anaplasmosis y la babesiosis, conocidas juntas como “tristeza parasitaria bovina”.

Durante años, los rancheros han utilizado baños garrapaticidas, inyectables o pour-on (líquidos aplicados sobre el lomo) para controlar las infestaciones. Pero el uso constante, muchas veces sin rotación de principios activos, ha generado resistencia. Es decir, las garrapatas han desarrollado la capacidad de sobrevivir al tratamiento. Y lo que antes mataba ahora solo las molesta.

¿Cómo se genera la resistencia?

El problema se debe al uso repetitivo del mismo tipo de químico. Cuando se aplica siempre el mismo principio activo (como ivermectina, cipermetrina o amitraz), las garrapatas más débiles mueren, pero las más resistentes sobreviven y se reproducen. En poco tiempo, toda la población que queda es resistente.

Esto ocurre más rápido cuando:

• No se aplican las dosis correctas.
• Se hace el baño a medias o se deja escurrir producto.
• No se respetan los tiempos entre aplicaciones.
• No se rota el principio activo cada temporada.

El resultado: el ganadero gasta, el animal sufre y las garrapatas siguen vivas.

Consecuencias en el ganado

Una infestación severa de garrapatas genera:

• Caída de peso: los animales se estresan, comen menos y pierden rendimiento.
• Problemas reproductivos: vacas que no se preñan, abortos o partos débiles.
• Anemia: por pérdida continua de sangre.
• Transmisión de enfermedades: como anaplasmosis y babesiosis, que requieren tratamiento médico y pueden ser fatales.
• Pérdida económica: menor ganancia de peso, mayor mortalidad, gastos en tratamientos, y pérdida en la venta.

Además, los animales con garrapatas visibles bajan su valor en ferias y tianguis ganaderos. Nadie quiere llevarse un problema a casa.

¿Qué puede hacer el productor?

1. Rotar los principios activos

No uses siempre el mismo producto. Cambia de tipo químico cada 3 a 4 aplicaciones. Por ejemplo: si usas cipermetrina este mes, cambia a ivermectina el próximo ciclo, luego a fipronil, y así sucesivamente.

2. Aplicar correctamente el tratamiento

Revisa el peso del animal para calcular dosis. Aplica el producto en todo el cuerpo si es baño, o desde el lomo hasta la cola si es pour-on. No lo mezcles con agua sucia ni lo dejes escurrir.

3. Implementar control integrado

No basta con químicos. Limpia los corrales, elimina zonas donde las garrapatas se refugian (pastos altos, madera vieja, estiércol acumulado). Si es posible, usa aves como gallinas o guajolotes que ayudan a eliminar garrapatas del ambiente.

4. Detectar animales portadores

Algunos animales son más susceptibles. Si tienes uno que siempre trae garrapatas aunque a los demás ya les quitaste, es mejor separarlo, tratarlo aparte o incluso considerar su venta.

5. Consultar a un veterinario

Muchas veces, seguir consejos de otros rancheros no basta. Un diagnóstico profesional puede detectar si hay resistencia, qué enfermedad está presente o qué combinación de productos usar.

¿Qué hacen los países que ya enfrentaron este problema?

Brasil, Australia y Colombia han enfrentado situaciones similares. Lo que hicieron fue implementar planes regionales con:

• Regulación de productos garrapaticidas.
• Monitoreo de resistencia.
• Educación técnica a productores.
• Rotación obligatoria y trazabilidad.

En México, todavía no hay una estrategia nacional sólida contra garrapatas resistentes. Todo recae en el ganadero. Por eso es clave que cada productor empiece a hacer lo que le toca desde su rancho.

No esperes a que se convierta en plaga

Una garrapata no mata, pero muchas sí. Y si además transmiten enfermedad, el problema escala. Lo peor que puede hacer un productor es acostumbrarse a ver garrapatas y no hacer nada. Porque hoy ya no basta con bañar: hay que planear, prevenir y actuar con técnica.

El ganado sano empieza con un lomo limpio. Y para eso, hay que dejar de improvisar.