La importancia del calendario lunar en prácticas agrícolas tradicionales

April 26, 2025, Agricultura Noticias

La luna siempre ha guiado la siembra

Muchos productores lo han escuchado desde niños: “no siembres con luna llena”, “corta en menguante”, “riega en creciente”. Estas frases no vienen de un libro, vienen del campo, de la observación de generaciones que entendieron que la luna no solo alumbra, también influye en la tierra. El calendario lunar no es magia ni mito, es experiencia práctica convertida en herramienta agrícola.

¿Por qué la luna influye en los cultivos?

La luna afecta las mareas, el comportamiento de animales y también el movimiento de agua dentro del suelo y las plantas. Cada fase lunar genera una reacción distinta en la humedad, la savia y el crecimiento vegetal. Por eso, muchos agricultores siguen guiándose por sus ciclos para sembrar, podar, injertar o cosechar.

Las cuatro fases y su uso en el campo

🌑 Luna nueva

Momento de descanso para la tierra. Se recomienda evitar siembras, podas o trasplantes. Es buena etapa para preparar tierra, compostas o planear el ciclo. La savia está concentrada en las raíces.

🌒 Luna creciente

Ideal para sembrar cultivos de fruto que crecen hacia arriba: maíz, jitomate, calabaza, chile. La savia sube y favorece el desarrollo vegetativo. También es buen momento para injertar.

🌕 Luna llena

Se cree que en esta fase hay más humedad y vigor, pero también más plagas. Se recomienda cosechar frutas y verduras que se quieran consumir pronto. No es buena para trasplantes.

🌘 Luna menguante

La savia baja a las raíces. Es la mejor fase para podar, sembrar cultivos que crecen bajo tierra (zanahoria, camote, papa) y para cosechas que se quieran conservar más tiempo, como granos o raíces.

Aplicaciones prácticas en el calendario

– Siembra de maíz en creciente = tallos más vigorosos.
– Cosecha de frijol en menguante = menos bichos y mejor secado.
– Poda de frutales en menguante = menos riesgo de plagas.
– Injertos de ciruelo o durazno en creciente = más posibilidades de pegar.

Ejemplo real:

En Puebla, un grupo de productores de hortaliza aplicó por primera vez el calendario lunar en la siembra de calabaza. Sembraron una mitad en creciente y otra en luna llena. El resultado: la calabaza sembrada en creciente germinó más pareja y dio más flor. Desde entonces, todos consultan el calendario antes de sembrar.

¿Es ciencia o tradición?

Ambas. Aunque la ciencia no siempre lo acepta como método exacto, hay estudios que reconocen la influencia lunar en la savia y la humedad del suelo. Y lo más importante: en el campo, lo que funciona se respeta. Muchos productores no necesitan explicaciones técnicas: ven el resultado con sus propios ojos.

Ventajas de seguir el calendario lunar

  • Mejora los tiempos de siembra y cosecha.
  • Reduce plagas y enfermedades si se aplica correctamente.
  • Favorece mejor almacenamiento de grano.
  • Rescata saberes campesinos que no dependen de agroquímicos.

¿Dónde conseguir un calendario lunar agrícola?

– Revistas campesinas o boletines rurales.
– Aplicaciones móviles con fases lunares.
– Calendarios tradicionales de pared (muchos ya traen fases marcadas).
– Radio comunitaria o grupos de productores locales.

También se puede hacer uno casero, anotando las fases cada mes y registrando resultados. Así se crea una guía propia adaptada al clima y la zona.

Cuando sembrar también es observar

El calendario lunar no es una receta fija. Hay que combinarlo con la experiencia del terreno, el clima y el tipo de cultivo. Pero quienes lo aplican con constancia reconocen su valor. Es una forma de estar en sintonía con la naturaleza, no en contra de ella.

Rescatar lo que siempre ha funcionado

Hoy muchos buscan soluciones en tecnologías costosas, pero olvidan que los abuelos ya sabían cuándo sembrar, cuándo cortar, cuándo dejar descansar la tierra. El calendario lunar es parte de esa sabiduría que no cuesta nada y da mucho. Aplicarlo es también una forma de honrar la tierra… y a quienes la han trabajado por siglos.

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